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 Lidiando con el Ladrón 2

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MensajeTema: Lidiando con el Ladrón 2   Lidiando con el Ladrón 2 Icon_minitimeLun Abr 21, 2008 4:45 pm

Un Ejemplo De Una Experiencia Con El Ladrón

El mayor problema con este ladrón invisible es reconocer exactamente cuando nos está robando. Por eso es que en la escritura en proverbios dice, “cuando es sorprendido…”

Es nuestro trabajo estar conectados al Señor, orando diariamente, pidiéndole as Espíritu Santo que nos alerte de cualquier actividad del ladrón en nuestra vida. Sólo el Espíritu Santo nos puede mostrar cuando el ladrón nos está robando. Muchas veces, si caminamos cerca con el Señor, nos mostrará que nos está robando en el acto mismo. A veces lo descubriremos más tarde. Déjeme darle un ejemplo de nuestras propias vidas.

Aquellos de ustedes que han leído nuestros libros saben que mi esposo, Daniel, vino al conocimiento del Señor a través del martirio de su primera esposa, Kai. Hasta este día, él solo tiene dos cosas en su posesión que le pertenecían a Kai. Una es su Biblia, y la otra es un reloj que ella le regaló para su cumpleaños. Sin necesidad de decirlo, ambas cosas son muy queridas por el.

Un día, teníamos unos visitantes y nos vestimos y salimos a cenar. Daniel usó su mejor reloj, el que Kai le había regalado. Cuando regresamos a la casa, al llegar al estacionamiento, para nuestra tristeza nos dimos cuenta de que unos jóvenes locales habían cortado nuestra cerca de púas para montar sus four-wheelers (vehículo de juego de cuatro ruedas) en nuestro pasto. Todo nuestro ganado se había escapado por el gran agujero en la cerca. Desafortunadamente teníamos un número de becerros recién nacidos, y sabíamos que teníamos que reunirlos con sus madres rápidamente o morirían. Estaban dispersados por todas las montañas de alrededor en sus densos bosques. La oscuridad cayó según nos dividimos para buscar al ganado y rodearlos para traerlos de regreso al paso. Nos llevó toda la noche completar esta tarea. Estábamos totalmente exhaustos para cuando todo el ganado estaba de regreso en el pasto y habíamos terminado de reparar la cerca. El amanecer estaba empezando cuando caminamos de regreso a casa.

Al llegar a la casa, para su horror, Daniel descubrió que en algún lugar en el lado de las montañas, en la densidad del bosque, su reloj se había destrabado y se había caído de su muñeca. Sin duda alguna se había prendido a alguna de las viñas de bayas. ¡Estaba tan desalentado por la pérdida de ese reloj! ¡Pero yo estaba enojada! Instantáneamente el Señor me mostró que Satanás había robado su reloj. Fueron los demonios del reino de Satanás los que habían influenciado a esos muchachos a que cortaran nuestra cerca. Habían estado causando todo tipo de problemas en los ranchos de alrededor en las semanas anteriores antes de que decidieran causarnos problemas. ¡La pérdida del reloj de Daniel no era solo un accidente! ¡El ladrón lo había robado! Inmediatamente, salí para poder estar sola, y le empecé a gritar al ladrón.

“Satanás, ¡¡¡en el nombre de Jesús tomo autoridad sobre ti y todos tus repugnantes demonios!!! En el nombre de Jesucristo te mandó a que envíes a tus demonios a ese bosque y encuentren el reloj de Daniel. ¡Tú eres el que ha estado motivando a esos muchachos a todo tipo de vandalismo! ¡¡¡ REGRESARÁS EL RELOJ DE DANIEL HOY!!! ¡En el nombre de Jesús te ordeno que lo hagas!”

Durante los próximos tres días, en cada momento libre que tuviera, le gritaba a Satanás y a sus demonios, ordenándoles que regresaran el reloj de Daniel. Recuerdo que el segundo día Daniel salió y me pregunto qué estaba haciendo. Cuando le dije, me respondió, “Oh Rebecca, eso es imposible, el reloj ya no está y no hay nada que podamos hacer al respecto.” Pero yo no me daba por vencida. ¡Estaba determinada a que el ladrón se doblaría a la autoridad que yo tenía en el nombre de Jesús!

Ahora, cuando regresamos a la casa el primer día, Daniel se quitó las botas y las dejó en la sala al lado de su silla. Más tarde ese día las recogí y las puse en su closet. YO SÉ que no había nada dentro de las botas. De hecho, nuestra visitante las había apartado del camino antes de que yo las pusiera en el closet y sabe sin ninguna duda que no había nada en esas botas.

Al final del tercer día, Daniel fue a ponerse sus botas, y ahí, en el dedo pulgar de una de ellas ¡estaba su reloj! ¡Alabado sea Dios! El ladrón tuvo que obedecer a la autoridad que yo tenía en el nombre de Jesús. No sé donde esos demonios encontraron el reloj finalmente, ¡pero lo encontraron y lo regresaron a nuestra casa!

Obviamente, en este caso no tenía necesidad de mandarles que lo devolvieran siete veces, ya que sólo necesitábamos un reloj devuelto. Pero cuando Satanás le roba, usted puede, en ocasiones según el Señor le guíe, mandarle a que le devuelva siete veces lo que le ha robado.

¿Cómo sabe si Satanás le está robando? Solo cuando el Señor le muestra que lo ha hecho. Recuerde, este ladrón es invisible así que no lo podemos ver, sólo el Señor lo puede ver. Estamos completamente dependientes en el Espíritu Santo para que nos diga. Pero si no estamos alerta a la posibilidad de que el ladrón puede trabajar en nuestras vidas, nos perderemos la guía del Señor cuando el ladrón nos robe. Por esto es muy importante que desarrollemos y mantengamos una relación con el Señor para que nos pueda hablar cuando sea necesario.

PERO, hay ocasiones en las que nosotros nos equivocamos. Cuando actuamos erróneamente, entonces le damos al ladrón el derecho legal de robarnos. Le podemos ordenar todo el día que nos deje de robar y que nos devuelva algo y el no tendrá que obedecernos. Para un estudio más profundo acerca de esto, vea nuestro libro Maldiciones sin Quebrantar, Capítulo 8.

Les urjo, hermanos y hermanas, siempre recuerde que nuestra batalla no es contra carne ni sangre. Es contra un reino invisible que es muy real, y que puede alcanzar nuestras vidas y afectar todo lo que hacemos y todo lo que tenemos. Somos completamente dependientes de que nuestro Señor nos revele las obras del enemigo en nuestras vidas. Estemos alertas y continuamente en comunión con el Señor para que nuestro capitán nos guíe a lidiar exitosamente con en ladrón en nuestras vidas.
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